PSD2: así cambiarán los pagos electrónicos a partir de 2021
Ya plenamente inmersos en la época de compras navideñas, los comercios se preparan para atraer y recibir a los clientes que aprovechan este periodo de descuentos para comprar a precios ventajosos. Unas compras que este año introducen cambios en los sistemas de pagos electrónicos, una modalidad que cada vez tiene más aceptación entre los consumidores y que en el caso de España ha aumentado un 45% el uso de los pagos contactless durante la pandemia, según un estudio realizado por Visa1.
Lo cierto es que tanto consumidores como comercios se han ido adaptando a un mundo digital a marchas forzadas y parece que la pandemia ha sido el catalizador definitivo. Sin embargo, los europeos, y también los españoles, vamos a tener que hacer un pequeño ajuste adicional cuando realicemos compras online y los comercios van a tener que estar preparados para ello. Y es que, a partir del 1 de enero de 2021, entra en vigor la Autenticación Reforzada de Cliente (SCA, por sus siglas en inglés).
Para entender sus implicaciones hay que recordar que en 2015 la Unión Europa aprobó la regulación PSD2 (Payment Services Directive), evolución de la PSD de 2007. Una normativa que entrará en vigor el próximo 1 de enero de 2021 tras una moratoria y obligará a los bancos a la completa aplicación de la SCA (Strong Consumer Authentication), que garantizará transacciones más seguras y protegidas frente al fraude.
Pese a que esta normativa afecta a las instituciones financieras, "los comercios tienen que asegurarse que sus clientes pueden seguir comprando en su e-commerce toda vez la SCA entre en vigor”, remarca Roble Dorronsoro, Head of Merchant Sales & Acquiring en Visa para el Sur de Europa.
Pero, ¿qué es el SCA?
La SCA requiere que el consumidor utilice 2 de 3 factores de autenticación para confirmar que es el titular legítimo de la tarjeta. Esto implica que en el momento de efectuar un pago es imprescindible que aporte: algo que sabe (una contraseña o pin), algo que posee (un teléfono móvil, una tarjeta de claves o un código de un solo uso ) e inherencia (como una huella digital u otro dato biométrico). De no cumplirse lo anterior y salvo algunas excenciones, las transacciones podrían ser rechazadas y el consumidor no saber el porqué. La principal consecuencia de no estar tecnológicamente preparado para la SCA y no haber “educado” al consumidor ante esta nueva experiencia de usuario, es el abandono de la compra.
Por tanto, en el caso de las compras en comercios online a los consumidores ya no les servirá únicamente con introducir su número de tarjeta, fecha de caducidad y código CVV (el número de tres cifras que aparece en el reverso). A partir de ahora también será necesario incorporar un dato más. "Los comercios españoles pueden decidir, hasta cierto punto, cómo de ágil será la experiencia de pago para sus clientes y asegurar que estos puedan ser aprobados. Creemos que la mejor manera de asegurarnos que las transacciones de los clientes cumplen con la regulación es apostar por la llamada 3D Secure (3DS)”, explica Dorronsoro.
Esta tecnología es el sistema más utilizado por las empresas (83%) para la gestión del fraude, según recoge el ‘Estudio de Medios de Pago y Fraude Online’ desarrollado por la Asociación Española de la Economía Digital (Adigital) publicado hace unas semanas. Solo permite efectuar el pago cuando el usuario introduce una clave secreta recibida en su número de teléfono móvil una vez iniciada la transacción.
Implicaciones y ventajas para usuarios y comercios
La doble autenticación permite a los bancos verificar que el usuario que está realizando la compra a través de un medio electrónico es el titular de la cuenta sobre la que se repercute el pago. De este modo, cliente, comercio y entidad financiera se aseguran de que no se ha suplantado su identidad.
En el caso de los comercios, “los negocios mantienen tus ventas online seguras y evitan las pérdidas por fraude, teniendo un impacto positivo en tu rentabilidad”. Pero además también les ayudará a mejorar su estrategia gracias a un mayor conocimiento del cliente del que, por ejemplo, podrán saber con las herramientas adecuadas cuáles son sus preferencias y necesidades para mejorar su experiencia de compra. Y en lo que se refiere a los consumidores, facilitará sus transacciones haciéndolas aún más seguras y generará más confianza en los pagos electrónicos, tanto en el establecimiento físico como online.
* Este artículo ha sido escrito por un periodista invitado. Los puntos de vista y opiniones expresados en el artículo son los del autor y no reflejan necesariamente la posición oficial de Visa. El autor de este artículo es responsable de toda la información y opiniones expresadas.
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1 Estudio Visa: Los cambios que ha traído la Covid-19 en los hábitos de compra y pago en los consumiores (España, Italia, Portugal y Francia); noviembre 2020